viernes, 25 de diciembre de 2009

Sobre la libertad. Ensayo. Keops Guerrero. Barcelona, España, 2009.


Cuando cursé los estudios medio superior en una escuela preparatoria de la Universidad del Estado de México (UAEM) ingresé de inmediato al taller de teatro, y en una de tantas presentaciones, acudimos a dar una función al centro de readaptación social de máxima seguridad del país conocido en ese entonces como Almoloya (ahora La Palma). Recuerdo que no tenía mucho tiempo de haberse estrenado, era prácticamente nuevo, se encontraba alejado de la ciudad, en medio de la nada.
Al llegar pude observar la rigidez con que estaba construido y vigilado aquel centro, pero la sorpresa fue aún mayor durante el ingreso. Las puertas se abrían por computadora, las áreas verdes tenían alambres por doquier, había miles de cámaras por todos lados, pero lo más intimidante eran las revisiones y los controles de objetos personales para poder acceder a las instalaciones.
Actuamos dos veces con una obra titulada “La sátira de la Cenicienta”. Nos explicaron que a los internos los tenían ubicados en 8 módulos de acuerdo a la categoría del delito; a nosotros nos tocó actuar el primer día para el módulo de los agresores sexuales y el segundo para los traficantes de estupefacientes o delitos ejercidos contra la salud. El primer día fue todo un poco frío y claro, extraño para nosotros que contábamos con entre 15 y 18 años de edad. El teatro era pequeño pero tenía un equipo de luz y de sonido de lo más profesional, en ese entonces ningún espacio de la UAEM (al menos a nuestro alcance) contaba siquiera con ese tipo de instalaciones, por lo que resultaba un hecho asombroso para todos nosotros que llevábamos en el taller además ya dos o tres años. El teatro era circular. Una mitad del círculo estaba asignado a las butacas de color rojo quemado, las cuales estaban divididas en dos alas, izquierda y derecha; del lado izquierdo sentaron a los internos y del lado derecho a los artistas invitados, y atrás de nosotros estaban colocados sobre una plataforma que rodeaba el semicírculo policías armados y trabajadores sociales; los policías vestían de uniforme tipo militar azul marino y los trabajadores sociales pantalón negro y una chamarra enorme de color rojo encendido, y estaban apilados uno y uno, en total han de haber sido unos 30 elementos. No había camerinos o de haberlos los habrán usado los internos, así que tuvimos que cambiarnos y maquillarnos en un pasillo que se encontraba muy cerca de la zona de visitas, como esas que se ven en las películas en donde hay un cristal entre las dos personas y tienen que hablar a través de un teléfono.
Los internos exponían sus trabajos artísticos primero para nosotros y después nosotros el nuestro para ellos, claro. El segundo día que actuamos para el segundo módulo fue totalmente diferente, desde que entramos a la sala los internos nos veían de manera curiosa, interesada y atenta. Como eran fechas decembrinas, los trabajos tendían hacia manifestaciones culturales como las pastorelas o los villancicos; los transgresores sexuales representaron solo una pastorela lúdica, pero con altos matices sexuales y muchos amaneramientos; en el segundo día, la voz del hombre se hizo presente y se convirtió en poesía y canto. Por medio de estos caminos de expresión fueron narrando historias sin ser obvios de cómo y por qué llegaron a ese lugar; de la afección a la madre, a la familia, de la rendición, pero sobre todo de la consciencia; fue una experiencia para todos nosotros de lo más emotiva y humana, creo que realmente pudieron tocar nuestras mentes con sus historias pero sobre todo con el poder tonal de su voz. En ese momento entendí que los que iban a aprender y a recibir éramos nosotros, no ellos.
Al concluir con mis estudios de bachillerato, los últimos seis meses me especialicé en el área de estudios sociales, que contenía materias como historia de la cultura, filosofía política y derecho II. Descubrí en esos seis meses mi potencial filosófico, pero sobre todo mi sentido de la justicia y la objetividad, también fue un semestre en el que yo ya había dejado totalmente de lado el teatro y estaba concentrado casi al 100% a la danza. La maestra de derecho nos llevó de visita a algunos de los CE.RE.SOS. que se encontraban dentro del estado de México y la experiencia fue de lo más confrontante; para empezar teníamos la advertencia de no ir vestidos de azul marino ese día, ya que los internos iban asignados de ese color, así es que podía haber algún tipo de confusión y quedarte atrapado ahí; los controles no eran nada comparados a la Palma y en uno de ellos habían hombres y mujeres, las segundas separadas claro, pero era un caos, los internos pasaban en multitud junto a nosotros, te regalaban cosas, algunos iban en pantalones cortos y sin camisa, pero lo más impresionante de todo fue la manera en la que vivían, las celdas eran espantosas, caóticas y sucias, cada una contaba con dos literas y en medio de ellas un escusado . En el corazón de esta prisión había una especie de isla, oasis, lo digo así porque de repente entre tanto desbarajuste tropezamos con una zona de área verde en donde las celdas estaban un poco más limpias, habían dibujos de ángeles en las paredes, pájaros en jaulas y fuentes; de ese espacio estaba encargado un psicólogo que era un interno recluido allí por delitos contra la salud, era como el típico doctor, como de unos 40 años, calvo, pelo en pecho y brazos y bigote de mostacho, él nos comentó que esa área había sido propuesta por él, ya que de entre los internos que llegaban a ese centro de adaptación algunos eran parricidas, genocidas, o habían cometido asesinatos violentos y llegaban claro a ese lugar en estado de shock, nos comentó que debido al hecho de que las autoridades no eran lo suficientemente competentes, estudiadas, entendidas y sensibles, mezclaban a las personas con este perfil de violencia con los demás y que eso generaba un caos, pero además no ayudaba ni a unos ni a otros en ningún sentido; ese hecho carecía totalmente de objetividad, razón por la cual propuso él este centro para tratar, y tranquilizar a este tipo de reclusos . Mientras él iba contando esto, yo volteaba a mí alrededor para percatarme de que lo que decía era totalmente cierto, aquellos personajes homicidas tenían algo en su mirada, en su expresión corporal y en su energía totalmente diferente al resto de los penados, y era evidente que aquel lugar tan onírico los colocaba de inmediato en otro estado. Este fue otro aprendizaje acerca de la conducta humana violenta, para mí increíble.
Hace tres años creé una obra de danza y teatro titulada “Breves Cuentos de Libertad”, conformada por tres monólogos y tres solos de danza, para presentarla en las instalaciones del centro de readaptación social denominado “La Modelo”, que se encuentra en la ciudad de Barcelona, España. En ese entonces la obra estaba conformada por una actriz (Dayón Moiz) y yo. Los controles fueron los normales, es decir, ni tan exigentes ni tan relajados. El teatro era pequeño, pero lo que realmente me sorprendió era la libertad con que los internos se paseaban de un lado a otro pero además participaban en el montaje y preparación de la función; uno de ellos estaba encargado en el equipo de sonido. Ese día hubo algunas complicaciones técnicas, y es que además de nosotros se presentaron ellos como grupo musical. Me comentaron algunos trabajadores sociales sobre la manera en la que funciona su sistema de readaptación y de nuevo me sorprendió saber que algunos de los presos podían salir por las noches y regresar de nuevo a casa, esta y otras acciones me hacían sentir que su método o sistema de readaptación es menos coercible, pero no sé si realmente efectivo.
Este año participé con la misma obra en otro centro de readaptación a las afueras de Barcelona llamado cuatro caminos, pero esta vez lo hice solo, y la actriz fue sustituida por tres videos de imágenes y sonidos del mar, del bosque y del desierto con mi voz en off narrando un cuento. Aquí el teatro era más grande, y estaba equipado con lo necesario para dar una función decente. Al principio y durante la función, los internos decían, comentaban y gritaban cosas, pero el tono no era agresivo, era expresivo y creo que para ellos liberador. Fue una función difícil porque los espectadores pertenecían a un módulo conflictivo, sin embargo, al final resultó de manera positiva, enriquecedora y liberadora para ellos.
A lo largo de esta y otras experiencias me he cuestionado varias cosas en cuanto a los sistemas de coerción, encarcelamiento y supuesta readaptación que propone el estado ya no en México sino en el mundo entero o al menos en las culturas occidentales por cerrar un poco más el círculo, ¿Son realmente necesarios? ¿Funcionan? ¿Quién es responsable, los delincuentes o la total población? ¿Las víctimas o los victimarios? ¿Existe un punto de reflexión y de conciliación tanto por los transgresores, como por la sociedad?
En su tesis “La readaptación social en México”, Javier Enrique López Trujillo señala:

-“Es necesario dar a conocer a la comunidad, al gobierno y a las autoridades
competentes que este es un problema al cual debemos aportar tanto estudios
necesarios de tipo bio-psíquico y sociales de los delincuentes así como ideas
que pueden llevar a realizar de una mejor manera la readaptación social.
De esta manera si otorgamos ideas en beneficio de la readaptación social y
estas se llegasen a aplicar se podría decir que se trabaja para obtener el bien
común”.
“Ante el fracaso mundial de las penas y del Derecho Penal, ante la crisis mundial
de la prisión, como único medio de tratamiento, surge ahora la modalidad que
tiende a humanizar y a hacer efectivos los tratamientos basados en el estudio de
la personalidad, en la determinación de la peligrosidad y en la libertad de los
procesos y de los delincuentes no peligrosos, para sujetarlos a otros tipos de
tratamientos ajenos a la privación de la libertad.”
“Los resultados obtenidos hasta ahora por un personal mal pagado, impreparado,
frustrado y agresivo, ignorante o enfermo, vicioso o delincuente, son de aparente
e hipócrita adaptación sin posibilidades de real adaptación social, pues pocas
veces se utilizan siquiera los principales medios para lograrlo, según Shulman,
estos son:
a) Realización del programa educativo.
b) Proceso de socialización.
c) Terapia, guía y consejo.
d) Empleo de servicios de la comunidad y realizaciones con ella.”-

Hay dos puntos importantes para mí en este estudio, el primero es el bien común, que supongo quiere decir que todos nos veamos beneficiados, entonces todos deberíamos de estar al tanto, pero sobre todo conscientes, objetivos y propositivos en torno a este tema, solo por regla general; y el segundo es “el fracaso”, si lejos de reinsertar a los detractores de una manera orgánica y evolutiva en pleno conocimiento de sus actos, sus consecuencias y las posibles propuestas para retribuir al estado por sus delitos , estamos generando más violencia, crímenes complejos, agrupaciones delictivas, etc., entonces hay que recapitular.
En el periódico Contralínea de Tabasco (publicado: año 2/ No 13/ Octubre 2007), el artículo dado a conocer por Isidro Jiménez y Ricardo Astacio Velázquez señala:

-“La readaptación: rosario de buenas intenciones
De la Rosa Sánchez comenta que dentro de los programas de rehabilitación que planea la dirección aplicar en cada uno de los penales, se manejarán talleres de oficios, para que cada interno pueda tener alternativas de trabajo al salir de la prisión.
Agrega que en casi todos los penales hay talleres de hojalatería y pintura, herrería, pintura artística, carpintería, panaderías y bordado donde los internos entran de manera voluntaria. Se les da la oportunidad de aprender un oficio para que puedan desempeñarlo y ser personas útiles a la sociedad al terminar su condena.
El funcionario menciona que los directores de los reclusorios tienen instrucciones para buscar convenios con empresas o instituciones, y se pueda brindar una variedad en talleres a los internos. Incluso se buscan mecanismos con las instituciones privadas, para hacer más eficientes los penales.
Se incluye la realización de actividades recreativas, como los torneos deportivos, que buscan evitar que los internos caigan en el ocio. Se llevan a cabo campeonatos de fútbol, béisbol, básquetbol. También hay ligas donde equipos externos juegan con los internos.
De la Rosa indica que las actividades culturales son contempladas en el proyecto de readaptación dentro de los penales, como eventos culturales dependiendo la fecha en que se encuentren, además de que se promueve activamente la visita familiar.
Inoperante e inexistente la readaptación social
Los centros carcelarios del país se han convertido en escuelas de delincuentes evidenciando el fracaso de los programas penitenciarios. La corrupción que permite el tráfico de estupefacientes, alcohol y el autogobierno ahogan a las cárceles mexicanas.
Según datos estadísticos de la dirección de Prevención Social Nacional, de cada 100 reclusos que obtienen su libertad un 60 por ciento retorna a la cárcel, lo que confirma la grave situación de los penales. Los problemas que enfrentan las cárceles en México son: la sobrepoblación, tráfico de droga, alcohol y autogobierno, así como la corrupción de la vigilancia.
En Tabasco el Creset aglutina un total de dos mil 25 internos, de los cuales un 40 por ciento son del orden federal y el resto del fuero común. Un centro carcelario construido para 700 reos hace 31 años.
El problema que se vive en el Creset, sin duda, es similar a los demás, pues no hay una infraestructura adecuada y esto lleva a una hacinación. Por lo tanto no puede haber una clasificación criminalística. En una habitación para ocho personas cohabitan hasta 20 internos, lo anterior provoca que no se les pueda separar por delitos. Están revueltos, homicidas, violadores, estafadores, ladrones y hasta personas que ingresan al penal por un accidente vial.
El Creset aunque cuentan con área de trabajo para la readaptación no es suficiente para ocupar a la mayoría de los internos, pues la capacidad logística de los programas de readaptación sólo pueden llegar a mitad de los internos, pese al esfuerzo de la dirección por mantenerlos entretenidos con diversos eventos deportivos y culturales, aun falta mucho por hacer.
Los gobiernos estatales y federales anuncian con bombos y platillos datos estadísticos sobre el combate a la delincuencia, detallando la consignación de bandas delictivas. Pero se olvidan de atender debidamente los sitios que albergaran a los delincuentes”.-

Este artículo divide la problemática por un lado en las propuestas para reinsertar a los internos de una manera eficiente a la comunidad, y por otra parte la realidad, no de los hechos, de la situación de estos centros penitenciarios, es ahí donde no coinciden las propuestas con los vehículos o mecanismos de acción, ¿Cómo es posible construir un edificio sobre arenas movedizas? Es evidente que para que una propuesta o proyecto puedan realizarse eficazmente debe de haber congruencia con la realidad que se vive en ese momento, con los proyectos propuestos, de lo contrario todo queda en intención, no en acción.
Después me he encontrado con un artículo desarrollado en la ciudad de Puebla que concluye:

-“REFLEXIONES EN TORNO AL NUEVO SISTEMA DE CONSECUENCIAS JURÍDICAS
DEL DELITO EN
EL ESTADO DE PUEBLA.”
1. ARTÍCULO 18 CONSTITUCIONAL.
El artículo 18 Constitucional reformado, estableció cambios significativos para el
sistema penitenciario mexicano, entre los que destacan:
I. Se agregaron la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción social
sumados a la educación, al trabajo y a la capacitación anteriormente previstos.
A continuación procedo a realizar algunas reflexiones jurídicas en torno a estas
cuatro modificaciones insertadas en el artículo 18 constitucional:
I.- Con relación a la primera modificación, en mi opinión resulta casuista cuando
agrega salud y el deporte, toda vez que la “Ley que establece las Normas mínimas sobre la readaptación social de sentenciados” encargada de organizar el sistema penitenciario en
la República mexicana señala en su artículo 11 que: La educación que se imparta a los
internos no tendrá sólo carácter académico, sino también cívico, social, higiénico,
artístico, físico y ético. Similar texto está contenido en el artículo 25 de la Ley de
Ejecución de Sanciones Privativas de la Libertad para el Estado de Puebla.
Por consiguiente el concepto educación no sólo adquiere carácter académico, sino
que también incluye la salud (higiene) y el deporte (educación física), otorgándole un
1 Publicada en el Diario Oficial de la Federación el día 19 de mayo de 1971. Su última reforma fue publicada en el
D.O.F. el 2 de septiembre de 2004. Esta Ley tuvo como inspiración las Reglas Mínimas para el Tratamiento de
Reclusos, adoptadas por el Consejo Económico y Social de la ONU Resoluciones 663C (XXIV), del 31 de julio de 1957 y 2076 (LXII), del 13 de mayo de 1977.
Dom. Oficina: Ave. 31 poniente núm. 2326. Col. Benito Juárez.
Tels. 777-66-15 Fax: 2-11-63-48
Email:
edmundoramses@hotmail.com”-

Tanto en el artículo del periódico tabasqueño, así como en esta publicación reflexiva por el estado de Puebla, la cultura o actividades artísticas quedan en el último plano, siendo prioritarios los talleres de oficios o los deportes, cosa que no considero que este mal, sin embargo, considero, desde mi punto de vista que las actividades artístico-culturales, deben de ser tomadas en cuenta como prioridad y con total seriedad, simplemente porque el arte cumple la función de sensibilizar y de crear reflexión a través de la interpretación o ejecución. En mi corta experiencia expresada al principio de este ensayo, me he dado cuenta que las personas ingresadas en este tipo de centros de control necesitan reflexionar y recapitular sobre el hecho de estar en esa condición, de lo contrario lo que generan en su interior es tan solo un sentimiento de rencor y de revancha ante el castigo, es claro que se retiene al individuo físicamente para evitar daños o consecuencias al estado, pero la mente y el espíritu deben ser liberados para que haya un entendimiento cabal de la situación, y el arte cumple en definitivo parte de esta función ¿Cuál es el objetivo de tener a los criminales apartados de la comunidad? Si es el castigo la pregunta sería ¿Quiénes somos nosotros para hacerlo? ¿Realmente contamos con la calidad moral y las vías adecuadas para hacerlo? Así que indudablemente debería ser la creación de un estado consciente que permita al delincuente caer en cuenta del resultado de sus acciones, pero además hacerle entender que él mismo debe de proponer la manera de resarcir el daño ocasionado.
Puede parecer utópica esta propuesta o reflexión, pero el paso del tiempo nos va mostrando que los planteamientos establecidos y llevados a cabo hasta el momento no han mejorado nuestros niveles de violencia y mucho menos de delincuencia. La realidad de los hechos nos escupe en la cara como esta reflexión acerca de la noticia publicada en el periódico El Reforma por Marcelo Bergman en mayo del 2009 que cita:

-“Casi un 90% de los internos que entran a los reclusorios sin ser consumidores de drogas salen consumiéndolas.
¿Readaptación social?
Hacinamiento, drogas, motines, fugas, corrupción, asesinatos y un sinfín de escandalosos problemas son moneda corriente cuando hablamos de los centros penitenciarios. Nadie en su sano juicio puede creer que estos son centros de Readaptación Social.
La semana anterior REFORMA publicó una serie de notas sobre temas penitenciarios. Nos enteramos de la fuga de 53 reos de la cárcel de Cieneguillas en Zacatecas sin que se haya disparado un solo tiro, una operación que fue claramente planificada con la connivencia y apoyo de autoridades del penal. REFORMA también informó que existen serios cuestionamientos a la directora de readaptación social del DF, a quien se le imputa no poder controlar los centros. Y finalmente el pasado sábado el periódico informó que en más de 11 estados hubo recientemente fugas y motines dirigidos por internos ligados al narco tráfico.La impresión que tenemos es que las cárceles en México, excluyendo algunas excepciones, están en un absoluto descontrol. O más precisamente, están controladas... por los reos. Hacinamiento, drogas, motines, fugas, corrupción, asesinatos y un sinfín de escandalosos problemas son moneda corriente cuando hablamos de los centros penitenciarios. Nadie en su sano juicio puede creer que estos son centros de Readaptación Social.Hay algo podrido en el sistema. Que se fuguen reos con apoyo de las autoridades es sólo una muestra de lo corroída que está la estructura. Quien haya visitado alguna vez un penal se habrá dado cuenta que hay corrupción en las aduanas, que hay vejaciones hacia las visitas, que la droga circula libremente, que los internos están sometidos a tormentos por parte de otros internos. Las investigaciones que hemos realizado en el CIDE confirman esta impresión. En la encuesta que realizamos cada tres años a los internos observamos un deterioro cada vez mayor. Falta comida, medicinas, los sobornos continúan, el miedo de los internos crece.El hacinamiento es cada vez más crítico. Mientras que la capacidad en las cárceles del DF es para 23,000 internos, hoy hay casi 40,000. En los reclusorios Norte y Oriente viven alrededor de 10,000 internos. Estas son verdaderas ciudades pero con muy poco gobierno. Yo, como experto en la materia, no me sorprendo acerca de por qué hay tanto descontrol. Ante semejante deterioro me pregunto cómo es que no hay más motines, más fugas y más violencia.El problema que tenemos con las cárceles en México empieza por la cabeza. Nunca se ha pensado realmente que hacer con las cárceles, ni para qué sirve. El texto constitucional que las consagra como instrumentos de readaptación social es sólo una infantil expresión de deseos. Ninguna autoridad, ya sea local o federal, ha pensado seriamente y ha implementado una política de reclusión. Allí se encierran a los delincuentes para que se "pudran" en la cárcel sin evaluar el costo social que esta política tiene. Un estudio realizado por Armando Nevarez, investigador del Seguro Social, demuestra que casi un 90% de los internos que entran a los reclusorios sin ser consumidores de drogas salen consumiéndolas. Es sabido que en los centros conocen a traficantes. Como salen sin un peso y sin trabajo, las redes de traficantes que conocieron adentro les sirven para luego conseguir trabajo...vendiendo droga. Entra un primo-delincuente o un ladrón de bicicleta. Al rato comienza a drogarse dentro del penal. Al año sale y en lugar de readaptarse vende droga. No solo las cárceles son escuelas de delincuentes. También son escuelas de drogadicción.Las cárceles deben ser para los delincuentes más peligrosos. Cuantos menos tengamos adentro más fácil va a ser controlarlos, y menores serán las consecuencias sociales de largo plazo. Mientras que duplicamos en los últimos 6 años el número de internos, el delito igual siguió creciendo. De nada sirve hacer reformas al código penal, promover juicios orales, o reformas policiales si no se piensa seriamente también en el último eslabón de la cadena: ¡qué hacer con los culpables! Y esta no es tarea de los directores de los penales ni de las direcciones de readaptación social. Esta es tarea de la sociedad y de los gobiernos. Sin reformar la política carcelaria todas las demás reformas serán poco efectivas y efímeras. Y seguirán habiendo complicidades, corrupción y fugas”.-
Qué hacer con los culpables es un tema que debe preocuparnos a todos, pero no desde la emoción y el sentir popular, sino desde la objetividad y la congruencia. En México la situación violenta que se respira, que se palpa, que se siente el ambiente parece ir a peor, pero desde mi punto de vista, la violencia ha cobrado matices muy marcados en general en el planeta, entonces debemos de tener en cuenta que debemos entrar en un serio momento de reflexión y de ordenamiento pero sobre todo darnos cuenta que todos vamos en el mismo barco, y que rechazar al otro y cerrar los ojos es no reconocernos y condenarnos.
El papel del arte y la cultura dentro de los programas pedagógicos, psicológicos, psicosomáticos, etc., propuestos para los centros de readaptación social debe insertarse como una necesidad básica para el desarrollo y entendimiento del ser humano después de una acción violenta o transgresora, ya sea a manera de apreciación, ejecución o educación; la sociedad en general debemos de tener en consideración que por muy alto que sea el delito cometido por un ciudadano, no lo convierte en su totalidad en un monstruo, es tan solo un ser humano potenciado en su lado violento, inconsciente o ambos, por lo que como semejantes en especie, es nuestra responsabilidad, entender, participar y proponer a nivel humano, la verdadera readaptación consciente y responsable a la sociedad. La violencia no se mitiga con violencia.
KEOPS GUERRERO

viernes, 11 de diciembre de 2009

¿Debe continuar la Compañía Nacional de Teatro?-Ser visto como un dios, Enrique Olmos- Artículo-Revista Replicante. México.


En estos momento se debate en México D.F. La noticia dada a conocer por la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) Teresa vicencio, acerca de la creación de una Compañía Nacional de Danza Contemporánea con subsidios federales millonarios. El artículo escrito por Enrique Olmos para la revista cultural Replicante en su edición No 21, lanza un cuestionamiento digno de reflexión, analisis, reconocimiento y descubrimiento, de como se sostienen proyectos artísticos y culturales a los que a veces la sociedad en general no tiene ni acceso, ni conocimiento, en este caso la Compañía Nacional de Teatro dirigida por Luis de Tavira. Creo que es vital y necesaria la crítica analítica sin pretenciones y sin tapujos, pero aún más necesaria la interpretación profesional e inteligente de esta:
-"Luis de Tavira es director de escena, dramaturgo y adaptador, pedagogo teatral y ensayista. Ex jesuita, su visión del ejercicio creativo está en función de su formación religiosa, de la cual extrae inteligencia, método propio de trabajo, férrea disciplina (con la extenuante carga de sacrificio que proviene del catolicismo) y especialmente celebración culpígena: el arte como dolorosa expiación del pecado, catarsis medieval fundada en la obediencia y el miedo: ceremonia y superstición, el teatro como una fuente de vigor religioso, de estructura piramidal y endogámica".-

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